Somos una fraternidad cooperativa de creyentes y miembros del cuerpo de Cristo que comparten la misma preciosa fe por todo el mundo bajo el nombre de Aliento de Dios. Nuestro propósito no es usurpar la autoridad de las congregaciones locales.

Tampoco privarlas de sus derechos y privilegios sino, más bien, reconocer y fomentar los métodos y el orden bíblicos para la adoración, la unidad, la comunión, la obra y los negocios de Dios, esforzándose por guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.

“Hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios,

a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo” (Efesios

4:13).

Servir como una agencia misionera para enviar obreros a evangelizar el mundo.

Establecer alianzas con las congregaciones locales para plantar nuevas iglesias alrededor del mundo.

Constituirse en una entidad corporativa y cooperativa, en la cual el hombre pueda adorar a Dios a través del servicio misionero, social y evangelístico.

Ser un canal para el propósito de Dios, de edificar un cuerpo de santos en proceso de ser perfeccionados a la imagen de su Hijo, a través de distintos

medios de capacitación

Ser un puente para el desarrollo de los dones y ministerios de los colaboradores de Aliento de Dios.

En definitiva, ser un pueblo que muestra el amor y la compasión de Dios a todo el mundo.

Plantar nuevas iglesias por todo el mundo.

Ayudar a las iglesias locales para el crecimiento y plantación de más iglesias.

Reproducir más lideres para la obra misionera y evangelista.

¡Qué todo el mundo sepa que Jesús es el Salvador y Señor para todos!